¿Cómo pueden protegerse las organizaciones del delito financiero?
A simple vista, los delincuentes -particularmente aquellos implicados en la industria del lavado de dinero- se comportan y aparentan ser como todos los demás, lo que los hace muy difíciles de identificar. Los bancos y otras instituciones financieras saben que algunos clientes, sean corporativos o particulares, suponen un mayor riesgo que otros. Entonces, ¿cómo detectar a los delincuentes potenciales sin molestar a los clientes honestos? El proceso "Know Your Customer" (KYC) recopila información y genera el perfil de riesgo de los clientes al momento de unirse por primera vez a la organización. Su objetivo es evitar que las empresas sean utilizadas, intencionalmente o no, para actividades de lavado de dinero. A su vez la metodología permite entender mejor a los clientes y sus transacciones financieras, aunque puede llegar a ser un mecanismo obtuso, cargado de derivaciones involuntarias, incluyendo largos procesos de verificación que afectan el servicio, costos de conformidad y clientes inocentes que quedan atrapados en la red. Por ello, es esencial que las firmas puedan identificar de manera apropiada y eficiente cuáles son sus clientes de alto riesgo, controlarlos de cerca y, de ser necesario, someterlos a un proceso de due diligence. Hay una gran cantidad de datos disponibles para incorporar a los modelos de calificación de riesgo de los clientes (CRR), pero lo realmente clave es el análisis "inteligente" de la "combinación" adecuada de datos de buena calidad. Los modelos más efectivos no solo tienen en cuenta la ubicación o la industria del cliente, sino que consideran cada aspecto, toman una visión 360° de los mismos –quiénes son, dónde están, cómo operan, etc. En el caso de ser una compañía, indaga cómo es su estructura, su entorno de proveedores y otros factores que contribuyen a una calificación de alto riesgo, siempre dentro de un contexto, no de manera aislada. Configurar modelos exitosos de CRR es intentar completar un rompecabezas complejo sin una imagen que nos guíe, o incluso sin saber si tenemos todas las piezas. Es posible que falten algunos datos o que no sean de buena calidad, pero debemos tomar una decisión para ver cómo completar esos vacíos ya que tienen fuertes repercusiones en las operaciones de una firma, su creación es inevitablemente subjetiva, intervienen las emociones y el sesgo implícito, y es por eso que deben regularse cuidadosamente. Los clientes de alto riesgo implican costos adicionales, pero no poder detectarlos conlleva riesgos significativos. La definición de niveles de riesgos altos y bajos debe ser clara, al igual que los umbrales con los que la empresa se siente cómoda. No es un proceso fácil, pero es importante y requiere estructuras de gestión sólidas. Según nuestra última Encuesta sobre Fraude y Delitos Económicos, en un mundo donde el lavado de dinero alcanza cifras multimillonarias por año, es uno de los mejores ejemplos de cómo el análisis de datos puede detectar delincuentes financieros y ayudar a generar confianza en la sociedad.
Por Norberto Montero, socio de PwC Argentina.
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